Todos los días llegan miles y miles de denuncias a los juzgados españoles, sin embargo, no todas tienen recorrido. Muchas de ellas no se admiten a trámite porque el hecho denunciado no reviste carácter delictivo o los hechos son falsos. Es decir, tras la interposición de una denuncia ante la autoridad competente, es necesario que se admita a trámite para iniciar una investigación al respecto.
Pero, más allá de lo mencionado, no existe una normativa que lo determine o regule; sino que es el propio juez quien toma esa decisión en base a sus propias atribuciones.
En este sentido, es necesario recalcar que la interposición de una denuncia o querella no da derecho a su admisión ni a la práctica de diligencias, sino únicamente a recibir una respuesta motivada en Derecho, lo cual puede significar, según el caso, su admisión o inadmisión. Es posible que la denuncia no se llegue a admitir porque el hecho delictivo no revistiere carácter de delito o los hechos denunciados fueran falsos.
Por otro lado, el hecho de admitir a trámite una denuncia no implica que la persona investigada sea culpable, ni tampoco que los hechos denunciados sean ciertos. Únicamente supone que se inicia la investigación de unos hechos que podrían ser constitutivos de delito y se procede a la apertura de diligencias previas, que es el primer paso de un proceso judicial.
En estas diligencias previas se investigan los hechos denunciados para comprobar la realidad de estos, las personas implicadas en los mismos y si tales hechos pueden ser calificados como delictivos conforme a los tipos del Código Penal.
Tras realizar las investigaciones pertinentes se decidirá si existen indicios suficientes sobre los hechos y la autoría y si estos son o no constitutivos de delito.